Crítica a La Ley y el Orden por Cristian Olcina en 100% Cine

Law & Order es una serie extraordinaria, generadora de una franquicia de series, que vale la pena verla completa. Debajo de la foto, la crítica escrita más formal; más abajo la crítica radial, más informal, completa en los reproductores de audio solo de Spotify o Soundcloud, o de YouTube con video.


"Law & Order", conocida en Argentina como "La Ley y el Orden", es una serie dramática de numerosos episodios que respeta una fórmula bastante típica pero bien armada en una estructura que caracteriza al show. Cada capítulo de una hora, en realidad son como dos capítulos de media hora continuados. ¿Por qué hacemos esa diferencia y no decir que es un capítulo de una hora simplemente? Porque el show está dividido en dos mitades claramente identificables una de otra.
 

En la primera parte nos encontramos con un caso en donde la policía investiga un asesinato, y en la segunda parte, una vez que se ha capturado al sospechoso, llega el juicio a ese imputado hasta la resolución del caso. A diferencia de otras series que suelen ser o policiales o de drama judicial, esta serie tiene la particularidad de ser los dos tipos de serie, en un mismo episodio. En la estructura normal nos encontramos con seis personas: dos son policías detectives que andan en la calle, uno junior y el otro senior, y el capitán o teniente que es el que los manda, decide determinadas cuestiones y guía a los detectives. En la segunda mitad, los tres protagonistas son dos asistentes de fiscal, uno ejecutivo que es el que lleva el juicio y el otro el ayudante, y el fiscal de distrito que es el jefe de todos los fiscales, en este caso el que Fiscal de Distrito que trabaja en Manhattan.
 
Richard Brooks y Michael Moriarti

Ese esquema es muy efectivo y es casi adictivo, se podría decir, porque es muy dinámico, pero además es sintético, y hace que cada escena vaya al grano, atrapando al espectador en la trama. Al punto tal de que, en su momento, en la temporada 20, llegó a estar empatada junto a otra serie como la más larga definición de la televisión dramática. Luego de esa temporada, cuando tenían que romper el récord con la temporada 21, pasa algo muy extraño: se canceló la serie luego de haber recibido numerosos premios y nominaciones durante 20 años, entre ellos varios premios Emmy. Luego de más de una década de descanso, curiosamente fue renovada para una temporada 21 y al momento de esta crítica se va cursando la temporada 24.

 
Sam Waterston
Obviamente, como todas las series que tienen muchas temporadas, los personajes van cambiando, pero nunca se cambia el esquema de que son tres fiscales y tres policías. Es importante destacar el gran casting que ha tenido la serie. Muchas veces se va un actor que tiene un personaje muy querido, pero llega otro que quizás es hasta mejor y más querido. Por ejemplo, la partida del primer fiscal Ben Stone  interpretado por Michael Moriarti fue un golpe importante para la serie, pero el nuevo fiscal Jack McCoy interpretado por Sam Waterston es sinónimo de "Law & Order", al punto tal de que ha sido el actor que más apariciones tuvo, con 405 episodios, lo cual lo llevó al estrellato, más allá de que ya era un actor nominado al Oscar antes de la serie. Otro actor llevado al estrellato por la serie fue Jerry Orbach, otro de los que estuvo más de 10 temporadas. Otras figuras, en cambio, ya tenían un largo recorrido, a veces multipremiado también, como Paul Sorvino, la actriz Dianne Wiest, ganadora del Oscar, o Dennis Farina, una de las grandes adquisiciones de la serie, que había protagonizado otra serie policial inolvidable que fue "Historia del Crimen". Uno de los más destacados de las últimas temporadas ha sido Tony Goldwyn, que compuso el villano en "Ghost" y ha salido en numerosas películas y series, además de ser actor de voz, entre ellas la del súper éxito "Tarzán" de Disney de 1999.
 
Jerry Orbach
En cuanto al argumento, Parte de su encanto es ver cómo determinadas situaciones se repiten en numerosos episodios, al punto tal de que en Estados Unidos existen lo que ellos llaman "drinking games", que significa que uno tiene que tomar una copa de alguna bebida alcohólica cada vez que suceda una situación determinada de una lista. Entonces uno puede terminar borracho viendo "La Ley y el Orden". Por ejemplo, una situación muy común es que los policías llegan a interrogar a alguien, el sospechoso que es culpable de ese homicidio o está en alguna actividad ilegal no relacionada se asusta y empieza a correr, y los policías deben correrlo hasta que lo atrapan. El número de veces que tienen que correr un sospechoso debe ser exageradamente alto contra las estadísticas de la vida real de persecuciones de ese estilo. Aun así, esta es parte de la magia de la serie, y obviamente si quisiéramos ver algo más realista podríamos ver un documental. Pero siempre en una ficción tiene que haber un enganche. Muchas veces se exageran las situaciones, aun cuando "La Ley y el Orden" es bastante realista comparado con otros shows de policías y judiciales. Lo cual no quiere decir que no tenga lugares comunes que se repiten en ese tipo de series y películas, como por ejemplo que los fiscales andan hablando parados frente los que declaran en la sala de la corte, en vez de estar sentados en un escritorio con un micrófono, como es en la vida real.
 
Presentación del Fiscal de Distrito

La serie, desde lo formal, tiene la particularidad de estar filmada en cámara en mano, lo cual hace que se mueva un poco la cámara, que sea ligeramente desprolija y eso le da un look documental, tal como hizo William Friedkin en "Contacto en Francia", y numerosos filmes que copiaron el estilo. Ese look documental provee realismo, y esto a su vez drama y emoción. Uno puede sentirse identificado por los personajes. También es muy destacable su estructura de una intro de 30 segundos inicial, la apertura donde alguien muere y luego de eso una de las mejores presentaciones de  serie de la historia, que más de 30 años después sigue funcionando.


La serie es historia viva del cine y la televisión, y en todas las temporadas se ha mantenido un estándar de calidad en donde la narrativa ha sido acertada y donde se nos ha planteado numerosos dilemas morales, numerosos casos, numerosas razones para matar a otra persona, y se nos ha entretenido en numerosas horas. Ya que, con cerca de 500 episodios, si nos sentáramos a ver en la televisión un maratón que nos dejara 8 horas para dormir y dos horas para comer, y estuviéramos viendo 14 horas diarias viendo "La Ley y el Orden", ni siquiera nos alcanzaría un mes entero para ver todos los episodios. Los que saben hacer maratones saben que los hacen en uno o dos días o quizás en una semana, pero solo en un puñado de series van a demorar más de un mes para ver todo.

Reparto principal de la Temporada 6
 
En esta particular construcción de la serie en dos partes, tenemos que la primera parte es un drama detectivesco policial y en la segunda parte, según Dick Wolf, su propio creador, es un dilema moral. Ya que en la primera parte la investigación va por diversos carriles con la consigna de encontrar al asesino, y eso es más o menos tratado de una forma muy directa. El conflicto es claro y no nos pone frente a ninguna complicación con respecto a nuestros valores. Pero en la segunda parte, si bien es cierto que hay algunos capítulos que son más directos, el criterio general es que en la segunda parte es un drama moral y los fiscales se ven obligados a tomar decisiones difíciles con respecto a los acusados, con respecto al sistema de justicia y con respecto a las víctimas. Por ejemplo, quizás lo que más convenga para terminar un caso sea hacer un trato con el acusado, pero luego hay que lidiar con la familia del asesinado, y explicarle por qué no se le ha dado toda la condena. O al revés, hay casos donde las víctimas prefieren un trato, que el acusado tenga un trato, pero los fiscales no sienten que se haga justicia. Muchas veces se dan casos donde gente buena comete actos atroces frente a gente muy malvada y uno puede sentir que se lo merecían, o distintas dinámicas donde vemos que los derechos humanos van por sobre la persecución de un asesino. O bien que la persecución de un asesino se ve cortada por alguna otra cuestión de seguridad nacional, o de que hay una investigación en curso con gente encubierta y no se puede cortar esa investigación. O que muchas veces se hace un trato con un delincuente que tenga un delito menor, bajando el precio de la justicia a la víctima, para atrapar a un delincuente mayor, al cual el anterior delata. Entonces tenemos una maraña de cuestiones que se plantean en la segunda parte, donde también algunos de los acusados toman el juicio como un espacio público para difundir sus ideas, aun cuando eso los puede llevar a una condena. Es como si pusieran sus propias ideas en juicio. Y tampoco no faltan los casos donde los fiscales tienen dudas de que realmente a quién están juzgando es el asesino. Y si bien es cierto, teniendo en cuenta que el sistema tiene un contrapeso que es una defensa y tiene un juez, si por el simple hecho de que la fiscalía presenta mejor el caso que la defensa, condenan a un inocente, ¿qué hacemos? Así que "La Ley y el Orden" en ese sentido es una serie que nos deja pensando.

Reparto completo de la temporada 20

Otra cuestión muy importante de la serie es que en cierta forma nos enseña a pensar. Es probablemente la serie que más nos fomente el pensamiento crítico, ya que en cada caso y especialmente en la parte judicial siempre hay formas de verlo, verdad, dos lados, y se puede ver cómo se llega a la verdad o a lo más parecido que podamos llegar a ella mediante un juego de tesis y antítesis con la fiscalía y la defensa, donde unos dicen todo lo malo del acusado y los otros dicen todo lo bueno. Y ahí el espectador genera la síntesis en su cabeza de lo que puede haber llegado a ser la verdad. En ese sentido, ver tantos capítulos de "La Ley y el Orden", y sobre todo en la formación humana de una persona, como ha sido el caso de este crítico, la serie puede ayudar a tener siempre en cuenta que puede haber otra mirada, o que puede haber una defensa de algo que prima facie parece algo concreto y malo. Por lo tanto, ese entrenamiento en ver la serie nos va entrenando a su vez a ver que puede haber dos caras distintas en cada una de las cosas, de los dilemas, o de los problemas, o de las supuestas verdades que nos cruzamos en la vida.
 
Una extraordinaria serie que vale la pena ser vista en sus más de 500 capítulos, y no se puede negar que recomendar 500 episodios es algo extraordinario.

Cristian Olcina 

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Aquí está crítica de audio que se emitió por FM Play el día 12/05/2025, más abajo, en el reproductor de YouTube, exactamente la misma crítica pero con video:

 
Aquí está la misma crítica radial, pero con video:



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Mirá el tráiler aquí:




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